La empresa “Herencias de mi Tierra” nace a partir de una idea formada por el tiempo y la oportunidad, como un proyecto que busca potenciar y revitalizar un hogar el cual dejo huella en el alma y legado de amor y respeto por el campo además de padres campesinos apasionados por la tierra, los cultivos, trabajadores incansables, honestos y resilientes ante las adversidades.
La finca “La Esperanza” como es nombrada actualmente; siempre ha formado parte de mi vida, siendo quizás de los regalos más grandes en mi familia, siendo pasada de generación en generación desde que tengo memoria. Sin embargo, a causa de la época de la violencia y el conflicto armado en Colombia en 1994 tuve que salir de donde fui criada y alejarme de aquello que conocía y eran mi razón. Pase mi niñez, mi adolescencia en un internado de hermanas Terciarias Capuchinas en Fusagasugá a quienes les debo mi amor por lo social.
Sin embargo, la vida me daría nuevas experiencias y enseñanzas, además de permitirme en compañía y apoyo de mi esposo e hijos en el año 2015 tener el privilegio, la responsabilidad y la pasión de regresar a la tierra donde nací y me crie; al lado del fogón de leña el olor a café tostado en paila y el aroma de la caña de azúcar hecha panela.
Con esta oportunidad en nuestras manos empezamos un sueño o quizá una locura, pero le empezamos a dar forma, adecuaciones, nuevos cultivos, animales de granja y todo lo que surgía en el camino con arreglos para darle una nueva identidad y misión, formando distintos negocios al avanzar, en el cual se marcó como uno de los principales nuestro café con marca propia HERENCIAS DE MI TIERRA.
Finalmente, a causa de la pandemia descubrimos el gran potencial turístico y buscamos generar nuevas formas de exaltar el campo y su importancia en la vida, buscando crear un ambiente grato y agradable para todos nuestros visitantes, promoviendo el relevo generacional en la región mediante el turismo rural, posadas campesinas, comidas típicas (fiambre Quipileño) y campo de paintball en la granja.
Palabras Leidy Diana Riaño Vela, fundadora herencias de mi tierra